El detective James North va a verse envuelto en una gran intriga al ser requerido, personalmente, por un joven, llamado Gene, que tiene rehenes secuestrados en el museo de Arte Metropolitano de Nueva York. El detective no conoce a este joven; sin embargo, en cuanto lo ve siente una imperiosa necesidad de matarlo. Gene siente esta misma necesidad respecto al detective.
Es un libro con el que te llevas muchas sorpresas y no esperas que se desarrolle como lo hace. A mí no me gustó tanto por que pensé que en varias ocasiones no tenía sentido o no se entendía bien. Claro que puedo ser yo quien no le entiende nada más.
Creo que lo leeré una vez más para ver si cambio de opinión.
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