Mike, Mel, Henna y Jared son mejores amigos. Es el último verano que pasan juntos porque después irán a distintas universidades en distintos estados.
Mientras pasan un rato juntos, ven a un indie (los chicos y chicas que protagonizan las historias de vampiros, zombies, magia, etc y que salvan al mundo) adentrarse en el bosque y una luz azul proveniente del lugar al que el indie fue.
Esto es el comienzo de una serie de desapariciones de indies, y de la historia de estos amigos, sus deseos, sus planes, sus obsesiones y su manera de enfrentarse a ellas aunque no vayan a salvar al mundo.
Me pareció que este libro es una lectura muy amena. Me agradó que fueran dos historias en una, la principal que era la de Mike y la secundaria que era la de los indies, que aparecía al principio de los capítulos. Pienso que debe ser muy difícil enfrentarse a un trastorno obsesivo-compulsivo como el de Mike, que la pasaba muy mal con sus ciclos o a la anorexia, como en el caso de Mel. Fue bueno que se entendieran tan bien como hermanos y que siempre se apoyaran.
Me agradó que Jared fuera el Dios de los Gatos y que fuera tan amable siempre. Creo que él podría haber sido un indie.
Por último, pienso que el mensaje de este libro es que todos tenemos algo especial y que nuestras vidas pueden ser muy interesantes aunque no vayamos a hacer algo como salvar al mundo de una invasión de Inmortales. También creo que otro mensaje (yo lo interpreté así) es que hay que seguir conservando el gusto por lo mágico y fantasioso aunque seas un adulto.
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