«El café de la Esquina» abre sus puertas a los comensales. Poco a poco, personajes que necesitan un lugar para relajarse comienzan a visitarlo y a disfrutar de su bello ambiente literario y de sus deliciosos pasteles y bebidas.
La simpática Leni es la dueña del local y el enigmático y frío Shaun McCarthy es su arrendador. Carla Martelli (antes Pride), el Sr Pavitar Singh, Molly Jones y Harvey Hoyland son clientes habituales del local. Todos ellos tienen una historia triste detrás, un esposo infiel y mentiroso, una esposa fallecida y ex esposos que nunca dejaron de amarse. También está presente Will Linton que perdió todo su dinero por un mal contrato y fue abandonado por su esposa, y el joven trabajador Ryan perteneciente a una familia de criminales, pero muy diferente a ellos.
La mayoría de ellos comparten el amor por la lectura y por objetos literarios. Juntos se van apoyando y enseñando que la vida no se acaba tras una de esas tragedias, que cosas muy buenas pueden pasar después de eso, y que en ese café y en esas personas tienen un refugio.
Había tantos artículos temáticos que yo compraría en ese café…un lugar así me habría llamado la atención instantáneamente y se hubiera convertido en mi favorito.
La historia me pareció muy bonita, esperanzadora y emotiva. Tiene toques divertidos que me hacían sonreír y toques dramáticos como las historias de personajes como Molly o Leni quienes, a pesar de todo, salieron adelante. Me parece que la enseñanza del libro es muy buena.
Me dio mucho gusto leerlo, sinceramente no quería que se acabara. Es un libro que me hizo feliz y lo agrego a mis favoritos.
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