Pablo Faraón es un policía de Ciudad Juárez. Le llaman «Comandante Amarillo» porque es el líder del equipo encargado en colocar la cinta amarilla que prohíbe el paso a las escenas de un crimen.
Dos cárteles se disputan la ciudad con suma violencia: el cártel de Paso del Norte (la Regla) y el cártel del Chavo Gaitán. Todos los días aparecen cadáveres y en muchos de los casos medio galón de leche se encuentra cerca de la escena.
Pablo parece haber llamado la atención de uno de los cárteles, pero qué es lo que buscan los criminales? Está en peligro?
Ciudad Juárez aparece como un lugar donde la ley es corrupta, desde el funcionario de más alto rango hasta el de menor acepta dinero de los cárteles, que son quienes tienen el control y todo el mundo lo sabe. La gente ha tenido que aprender a vivir con las continuas balaceras, desapariciones y explosiones. Es una ciudad muy complicada en la que no me gustaría vivir.
El libro me pareció interesante, está escrito de manera cruda y pienso que el final deja en suspenso. Vale la pena leerlo, se lee rápidamente ya que es una novela corta.
Para finalizar, me pareció muy divertido que Pablo estuviese obsesionado con el huitlacoche, siempre quería comerlo. Yo no lo he probado, quizá después de leer este libro me anime a hacerlo, aunque visualmente no me atraiga mucho.
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