Este es el caso más reciente de David Gurney. Un caso que sucede en un pueblo, Larchfield, en el que supuestamente no había violencia y en el que vive gente muy adinerada.
Los Russell son prácticamente los dueños del pueblo. Angus Russell es la primera víctima y el asesino parece ser un joven que volvió de la muerte.
Gurney se ve envuelto en el caso después de que Mike Morgan, un ex compañero suyo y actual jefe de policía del pueblo, lo busque y le solicite su ayuda.
El libro anterior no fue tanto de mi agrado y pensé que quizá la serie ya estaba decayendo, pero este libro me gustó mucho y cambió mi opinión.
Me gustó la complejidad del caso y el toque supuestamente paranormal. También que saliera un grupo de fanáticos religiosos dispuestos a todo por su supuesta fe.
Me agradaron los personajes de Kyra Barstow y Brad Slovak. La primera me pareció inteligente y el segundo simpático y trabajador, pienso que a pesar de sus diferencias hacían un buen equipo.
Mike Morgan me pareció muy inestable y pienso que no debería haber sido policía. De los habitantes del pueblo, Hilda Russell era la más confiable, en mi opinión.
Y, me alegró que Hardwick apareciera porque considero que es un gran apoyo para Gurney.
Ojalá sigan saliendo más libros en esta serie. La mayoría me han gustado y David Gurney es de mis personajes literarios favoritos.
Recomiendo este libro, pienso que atrapará su atención desde el principio así como me pasó a mí.
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