Gabriel Dickinson y Marta Rodriguez-Johnson son dos inspectores caídos en desgracia. El primero debido a su divorcio y su comportamiento posterior. Y la segunda debido a que, accidentalmente, le disparó a su compañero y lo mató.
Ambos son trasladados a la Mazmorra, donde se encargan de revisar los casos sin resolver. Ahí, Marta encuentra cuatro expedientes que le llaman la atención y decide comenzar a investigar con la ayuda de Gabe.
Esta investigación los llevará por un peligroso camino en el que hay gente poderosa involucrada.
Me suelen gustar las historias de John Katzenbach, pero en este caso no fue así.
Gabe y Marta ocasionaron muchos problemas con su investigación y, en mi opinión, realmente no era importante resolver esos casos inconclusos. Se dejaron llevar por su curiosidad sin importarles nada más.
Los últimos capítulos me parecieron los más emocionantes. Y, no me esperaba algunas cuestiones de la historia, que he de decir que no me agradaron porque me pareció que los personajes actuaban absurdamente e irresponsablemente.
Esta investigación solo era del interés de Gabe y Marta y ocasionaron más problemas que los que resolvieron.
Como se puede apreciar, no me agradó el libro.
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