Oskar es un niño que sufre de bullying en su escuela y para desahogarse, en la noches, sale a escondidas con un cuchillo y se imagina que está matando a todos aquellos que le hacen daño. Una de esas noches, conoce a Eli, una niña extraña que acaba de mudarse y que vive con su supuesto papá. Ella es rara, no le afecta el frío, anda descalza y no es nada sociable. Una serie de asesinatos ocurrirán desde que Eli llegó; por lo tanto, Oskar va a darse cuenta de que Eli es un vampiro, pero no le va a importar. Ella va ayudarle con los chicos que lo atosigaban en la escuela y se volverá su amiga, lo que parece molestar demasiado a su supuesto papá.
Su supuesto papá es quien le consigue sangre y quien comete los asesinatos para ella. La verdadera identidad de su papá y el verdadero género de ella darán una sorpresa.
En esta novela nos encontraremos, aparte de con bullying, con pedofilia, alcoholismo, violencia intrafamiliar, gente con serios problemas psicológicos, entre otras cosas. No es una novela para divertirse leyéndola. Me puso a pensar en todas las cosas malas de que son capaces algunos humanos y me llevé múltiples disgustos al leerla.
La considero una novela intensa y con un gran trasfondo.
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