Todo comienza con una tarea de literatura que consta en escribir una carta a algún personaje muerto. Laurel escoge a Kurt Cobain porque era el cantante favorito de su hermana May, quien falleció dejando a Laurel sintiéndose culpable y sola. May era su ejemplo a seguir.
Laurel, en vez de entregar su tarea, continua escribiendo cartas a muertos como Judy Garland, Amy Winehouse, Elizabeth Bishop, River Phoenix, Jim Morrison, Amelia Earhart, Janis Joplin y Heath Ledger. En estas cartas les relata sus vivencias, sentimientos y secretos; entre estos secretos se encuentra la razón por la cual se siente culpable del fallecimiento de su amada hermana. También relata parte de la vida y muerte de estos personajes y poco a poco se va dando cuenta de que su hermana no era como ella la veía.
Me gustó el formato del libro. Escribir esas cartas, a personajes que de ninguna manera la iban a juzgar, fue bueno para que Laurel sacara todo lo que estaba aguantando, para que corrigiera algunas de sus impresiones y se diera cuenta de la persona fuerte que ella era. Me dio gusto que decidiera no vivir a la sombra de su difunta hermana.
El libro abarca temas difíciles, como posibles suicidios, violencia intrafamiliar, baja autoestima y abuso sexual. Algunas situaciones me provocaron un gran disgusto por lo injustas que eran.
Me agrada que, a pesar de todo, Laurel haya logrado salir adelante. Lo considero un buen libro.
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