Ruby es la protagonista de esta serie en la que una rara enfermedad ataca a los niños y adolescentes otorgándoles poderes. Los llaman los jóvenes Psi.
El gobierno decide clasificarlos por colores (azul, verde, amarillo, naranja y rojo) según sus poderes. También son recluidos en instalaciones especiales en los que supuestamente los rehabilitan, pero la realidad es que los obligan a trabajar. Además los más peligrosos que son los amarillos, naranjas y rojos han desaparecido sospechosamente. Ruby es naranja.
En este primer libro nos cuentan todo lo que vive Ruby después de que la ayudaran a dejar la instalación en la que estaba recluida.
Me pareció un libro fácil de leer, pienso que tiene momentos emocionantes, otros emotivos y otros divertidos.
La historia me agradó porque me parecieron interesantes la variedad de poderes y de gente que quiere hacerse con los jóvenes más poderosos ya sea para eliminarlos o para formar un ejército. Los jóvenes no saben bien en quién pueden confiar, a algunos hasta sus familias les dieron la espalda.
De los poderes el que más me agrada es el que tiene Ruby y el que menos, quizá, el de los verdes que son buenos con los números y tienen memoria fotográfica. Ya hay gente con esas habilidades y no son jóvenes Psi.
Me agradaron todos los personajes principales (Ruby, Liam, Charles y Su). Son un buen equipo.
No me agradó tanto el final, pero espero que en los siguientes libros todo mejore.
En la edición que leí, al final viene una historia corta extra que trata del tiempo que pasó Liam entrenándose en La Liga de los Niños con su hermano Cole.
Sí recomiendo esta serie y leeré los demás libros, solo que primero adelantaré otros.
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