Una familia se muda, de Londres, a la histórica Speedwell House en Devon. Ahí comienzan a recibir llamadas amenazantes de parte de una mujer que dice ser hermana de Justine (la mamá), sin embargo ella no conoce a esta mujer y, aunque esta sabe algunos datos de ella, claramente, la confunde con otra persona, con una tal Sandie.
Al mismo tiempo, Ellen (la hija) comienza a actuar de una manera extraña y a escribir una historia perturbadora de una familia misteriosa, los Ingrey, ambientada en esa casa.
Este libro me sorprendió gratamente. Me mantuvo en tensión toda la historia y conforme más avanzaba, más deseos tenía de saber el desenlace.
Hubieron algunos detalles que no me agradaron, por ejemplo, que Justine no se tomara tan en serio las llamadas y uno al final que no puedo mencionar porque sería spoiler, pero en general la historia me agradó bastante.
En mi opinión, tiene una compleja parte psicológica. Todos los personajes tienen algo peculiar y eso para mí fue interesante. Quizá este libro podría resultar confuso o raro, pero pienso que vale la pena leerlo, además es de lectura ágil.
Para finalizar, creo que la familia Ingrey era muy desagradable. Libro recomendado.
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