Tenía muchas ganas de leer este libro y afortunadamente me gustó mucho.
Son dos historias que se entrelazan.
La primera es la de Laura, una mujer con mucho potencial, que no ha visto ninguno de sus sueños realizarse, y que es asistente de un escritor que al morir le deja su casa con algunas peticiones especiales, entre ellas que intente entregar varios objetos que Anthony (el escritor) fue recolectando y que se le perdieron a alguien. Afortunadamente, Laura contará con la ayuda de Sunshine, una encantadora y muy perceptiva joven, y de Freddy, el guapo jardinero de la casa.
La segunda historia es la de Eunice quien consigue trabajo como asistente de Bomber en la editorial de la que él es dueño. Esta historia comienza antes de la otra, cuando Anthony es joven. Y la de Laura es cuando ya es un anciano.
Ambas son bellas historias, tienen romance, drama, personajes muy especiales y hasta fantasmas.
Me encantaron Douglas, Baby Jane y Carrot (todos son perritos). Y Portia me cayó muy mal, me pareció pésima persona.
El argumento me pareció muy interesante. Creo que muchas personas han llegado a perder algo que valoraban y que les gustaría tener de vuelta. Pensar que haya alguien que recoja esos objetos y que esté dispuesto a entregarlos me parece excelente, con todas las dificultades que ello implicaría.
Me gustó mucho como ambas historias se entrelazan al final y me alegra que Laura haya tenido como amiga a Sunshine porque la joven le dio muchas lecciones a pesar de que se esperaría que hubiese sido al revés.
Recomiendo este libro. Es una bella historia.
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