La nueva novela de uno de los autores que más me gustan. Y no me defraudó.
En esta ocasión David Gurney se enfrenta a un caso en el que pareciera que un psicólogo, Richard Hammond, tiene la capacidad de provocar que algunos de sus pacientes se suiciden después de un tiempo de haber sido hipnotizados por él. Todas las víctimas tienen la misma pesadilla y en unos días son encontrados muertos con cortes en las muñecas. Este psicólogo trabaja en un hotel, Wolf Lake Lodge, que también tiene una historia algo tétrica, está situado en las Adirondack entre el Colmillo del Diablo y el Lago del Lobo y es dirigido por la familia Gall. El dueño principal, Ethan Gall es una de las víctimas.
Gurney decide adentrarse en este caso luego de ser visitado por Jack Hardwick y la hermana del psicólogo Jane Hammond. Y en esta ocasión, Madeleine, la esposa de Dave tiene una participación muy activa en toda la historia.
Me divirtió mucho que Gurney estuviera tan interesado en el puercoespín y que quisiera descifrar las razones por las cuales se movía de esa manera, pero fue bueno que decidiera ocupar su gran habilidad e inteligencia para resolver un caso complicado y en el que se involucraron agencias de más jerarquía que la policía de Nueva York.
El desenlace es muy bueno y me gustó que tocara el tema de la intolerancia a la homosexualidad y lo que eso puede ocasionar. También me gustó que Maddie tuviera más participación y que se enfrentara a un episodio muy trágico de su pasado que la tiene en un estado extraño durante todo el libro.
Bueno, agrego este libro a mi lista de favoritos. Es muy emocionante e inteligente y lo recomiendo muchísimo.
Deja una respuesta