Charles Unwin trabaja en la Agencia como oficinista y ama su trabajo. Un día recibe la noticia de que ha sido ascendido a detective debido a que Travis Sivart, el detective que le envía sus reportes para que él los transcriba y organice, ha desaparecido. Charles está confundido con la noticia y está seguro de que ha habido un error, por lo que decide buscar al detective Sivart para convencerlo de que regrese a su trabajo. En su búsqueda, tendrá que lidiar con Enoch Hoffmann, un hombre que puede hacer numerosas voces y que es algo parecido a un mago; sus enormes guardianes Josiah y Jasper Rook; y con la misteriosa Cleo Greenwood. Unwin conoce a estos personajes debido a que fueron los criminales en el caso del Hombre que se Robó el Doce de Noviembre y tuvieron participación en el caso de Las Tres Muertes del Coronel Baker.
Unwin tendrá una asistente, llamada Emily Doppel, quien le será de gran ayuda y se convertirá en uno de los personajes más importantes al final, junto con la mujer del abrigo a cuadros, cuyo nombre no revelaré ya que su identidad debe ser descubierta leyendo el libro.
Charles va a descubrir muchas cosas sorprendentes y resolverá este caso extraño y surrealista, en el que se ve envuelta la manipulación de los sueños de la gente. El Capítulo Dieciocho del Manual de Detección será fundamental en la historia.
Me divertí mucho leyendo este libro porque pasan varias cosas ridículas y curiosas que le dan un extra al libro. Unwin era considerado como alguien sin capacidad para resolver casos; pero, me parece que aquí demostró que es perfectamente capaz y que podría ser un buen detective, además, tiene suerte, lo cual lo ayudó mucho.
Me pareció muy interesante la capacidad de manipular los sueños de la gente para lograr que hagan cosas sin saber que las están haciendo. La gente actuaba muy raro cuando estaban en su etapa de sonambulismo. Por otro lado, la organización de la Agencia y todo el orden que mantienen es impresionante, los trabajadores no deben hablar con alguien que no pertenezca a su mismo nivel, esto quiere decir que si son detectives no pueden hablar con los oficinistas, etc.
Un hecho que me pareció curioso fue que los sombreros tienen peculiar importancia en este libro, al parecer, dan cierto nivel a las personas dentro de la Agencia. Unwin siempre estuvo cuidando su sombrero, el cual le criticaron varias veces, y su sombrilla porque he de decir que durante la historia, siempre estuvo lloviendo y Unwin siempre tenía los calcetines mojados. Al final, sale el sol.
Este libro es sorprendente hasta el final y yo lo disfruté enormemente. Vale muchísimo la pena.
Deja una respuesta