Este libro en realidad es parte de una serie de un detective llamado Kurt Wallander, pero como no me llamó mucho la atención el personaje, no leeré más de sus obras y por eso lo coloqué en novela individual. Sin embargo, he visto que a otras personas si les gusta mucho el personaje y todas sus aventuras así que si le dan la oportunidad está muy bien.
Después del trauma sufrido al asesinar a una persona, el inspector Wallander se ha tomado mucho tiempo para recuperarse y hasta piensa en retirarse, pero su amigo el abogado Sten Torstenson es balaceado en su despacho.
Poco tiempo antes Torstenson había ido a buscarlo para pedirle ayuda con el supuesto accidente automovilístico en el que falleció recientemente su padre el también abogado Gustaf Torstenson. Wallander se había negado.
Wallander tendrá que descubrir quién estaba interesado en deshacerse de estos dos abogados y por qué.
En mi opinión, se tardaron mucho tiempo en la investigación. Todas las veces que Wallander hizo interrogatorios, o no sabía qué preguntar o hacía preguntas que no lo llevaban a ningún lado. Además, era un equipo completo de investigadores y los únicos que tenían avances eran él o Ann-Britt Höglund. La forma en la que se resolvió el caso no me gustó.
Me pareció un libro lento.
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