Este libro no está publicado en español. Es el primero de una serie en la que los protagonistas son los miembros de un club de lectura, llamado «Ashton Corners Book Club and Cheese Straws Society», quienes resuelven algunos casos, basándose en lo que han leído en novelas de misterio. Pongo a la autora en novela individual porque no creo leer los demás libros de la serie.
Un hombre, al que ninguno de los miembros del club conoce y que apareció sin ser invitado, es asesinado frente a la casa de Molly Mathews, una miembro del club, durante su primera reunión, provocando que todos ellos se conviertan en sospechosos de homicidio y deban ser interrogados por la policía.
Aunado a esto, Lizzie Turner, la organizadora del club de lectura, comienza a recibir capítulos de un misterioso manuscrito, que parece ser un diario, y recibe llamadas de una persona desconocida instándola a investigar la razón por la cual su padre había estado yendo a Stoney Mills, el lugar de donde era el hombre asesinado, antes de morir en un accidente automovilístico; por lo tanto, Lizzie decide investigar junto con la ayuda de los demás miembros.
Mientras tanto, el jefe de policía Mark Dreyfus, el amor platónico y de juventud de Lizzie, y la oficial Amber Craig, están intentando resolver el caso por un camino que no los llevara a nada.
Me pareció un libro interesante, donde personas que no son detectives hacen el trabajo de la policía y la policía, no tiene idea de quién es el asesino y el motivo por el cuál asesinó al hombre. Para mí, esta fue una situación extraña, pero me divertí imaginando que, verdaderamente, unos ávidos lectores de novelas de misterio, pudieran resolver un crimen basándose en sus lecturas.
Me gustó que los gatos de Lizzie tuvieran nombres de quesos, Brie y Edam. Y, que todos los miembros del club fueran valientes y estuvieran dispuestos a todo con tal de resolver el crimen.
Disfruté esta novela.
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