Segundo libro en la trilogía de Rowan y Orion.
Rowan ya no es aceptada en City of Thorns, pero después de cometer un crimen en Osborne y ser atacada por cazadores, debe volver allá.
Junto con Orion, quien se porta muy desagradable con ella, debe emprender un viaje al Inframundo con el objetivo de romper un pacto de sangre.
Rowan no debe dejarse seducir por el Lord del Caos y debe de ser astuta para encontrar la manera de ser igual de fuerte que él y lograr sus objetivos sobre cualquier cosa. Después de todo, ambos son “Lightbringers”.
Curiosamente, disfruté más este libro que el primero y los personajes ya me agradaron.
Me gustaron la fortaleza y determinación de Rowan, y todos sus avances, en cambio, el comportamiento de Orion me pareció muy grosero, aunque ya estoy comprendiendo por qué es así.
En mi opinión, este libro tiene contenido más interesante que el primero. Sigue teniendo fantasía, muerte, intriga, daños psicológicos, escenas eróticas, etc.
Voy a leer el último porque, otra vez, el final me dejó queriendo saber más. Ese Orion…
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